Sobre cómo predecir el futuro..

(Fotos: Ana Ma. Pimentel)

Casi como una alusión al proyecto que el recinto lleva a cabo en cuanto a dialogar con el futuro, la renovación del Museo Rufino Tamayo permite visitarlo aunque ésta no se haya consumado del todo.
Por Ana Ma. Pimentel Arámbula
Please come back son las palabras formadas por grandes tubos blancos fluorescentes que se iluminan al percibir a un visitante, y que dominan la planta baja de la construcción. Pareciera que con Future Tense, el colectivo artístico Claire Fontaine (integrado por Fulvia Carnevale y James Thornill) predijera que quien asista al museo alguna vez decidirá volver, tal vez cuando el auditorio, la terraza, la tienda-café y demás espacios sujetos a transformación estén terminados.
Del mismo modo que se participa en el tiempo como individuo y como pluralidad, y echando mano de la idea de que la historia se repite, Claire Fontaine afirma que el arte es susceptible de expropiación en tanto apropiarse de las formas y estrategias de éste implique difundir la esencia del primer intento para revivir el mecanismo una y otra vez en diferentes contextos.
Según Sofía Hdez. Chong Cuy, directora del museo, Magalí Arriola fue fundamental para la conceptualización del programa, pues a cargo del trabajo curatorial hizo posible que los artistas Juià, Koester y Claire Fontaine confluyeran en el museo: Magalí argumenta a favor del entendimiento del artista como intelectual. Dentro del ciclo Microhistorias y macromundos, que abrió durante la primavera del 2010 y que se extenderá hasta el 2013, los artistas Joachim Koester y Adrià Julià se formulan la pregunta: ¿Hay algo qué predecir acerca del futuro?”… La cual tratan de responder mediante proyectos individuales y muestras colectivas que pretenden explorar las relaciones entre lo histórico y lo contemporáneo, lo local y lo global; entre los individuos y las comunidades a través de lo más representativo del arte contemporáneo internacional.
Indicaciones para otro lugar es la propuesta del artista català Adrià Julià para analizar las utopías sociales del siglo XIX que implicaron la influencia de Francia en Brasil bajo la figura del filósofo francés Charles Fourier. Mediante cortometrajes entrelazados o por separado fuerza al asistente a descubrir hacia dónde podría estar yendo la trama o si hay tal; finalmente uno concluye que tal vez no se va a ninguna parte… La palabra progreso es el eje de la exposición, al estudiar las pretensiones de Fourier como el creador de las utopías para reorganizar a la sociedad brasileña del siglo XIX, mediante el énfasis en las mujeres y los niños como actores perfectos y reproductores naturales de las pasiones humanas.
Por su parte, la serie de ensayos fotográficos, videos e instalación de Joachim Koester presentan, junto a un texto que los complementa, una nueva significación de la narrativa histórica para lograr la reformulación de los imaginarios colectivos. Para poner en funcionamiento estas nuevas categorías, replantea las construcciones culturales haciendo alusión a los puntos ciegos de la historia como medio de reactivación de episodios dentro de las ramas históricas, como la historia de la filosofía – con Kant, Baudelaire o Freud como protagonistas -, la del arte, la literatura o las evoluciones del ocultismo con Charles Manson o Carlos Castaneda como buenos pretextos. A moo de exploración distinta tanto de la conciencia humana en tanto afectada con las drogas, como de la consideración del uso de las drogas al paso de los años, Koester propone analizar de nuevo las relaciones entre lo histórico y lo contemporáneo al situar en el pedestal temas como objeto de un estudio que habrá de relacionarse una y otra vez, y emerger o hundirse cuantas veces sea necesario dentro de la historia para lograr categorías activadas y reactivadas de significación.
La renovación espacial del Museo Tamayo no es lo único que hemos de recibir, ya que el movimiento se extendió hasta las propuestas curatoriales y editoriales: RUFINO es la publicación con enfoque pedagógico-curatorial que estrenan este año y que se entregará junto con su complemento digital en www.rufino.mx para proponer una mirada más íntima a los proyectos del museo. Y en efecto, intimidad se sentirá definitivamente al visitar este museo cuyas extensiones, aunque reducidas - y a causa de ello-, hacen que la obra presentada sea monumental.